La importancia de que tu hijo conozca su diagnóstico
- Centro Candil
- 23 feb
- 2 Min. de lectura

Cuando un niño recibe un diagnóstico relacionado con su desarrollo, aprendizaje o salud mental, es natural que como padres surjan dudas sobre cuándo y cómo hablar con él sobre el tema. Sin embargo, explicarle su diagnóstico de manera adecuada puede traerle múltiples beneficios, promoviendo su bienestar emocional, social y académico.
1. Promueve el autoconocimiento y la aceptación
Conocer su diagnóstico le permite a tu hijo reconocer sus fortalezas y diferencias. Comprender por qué piensa, siente y actúa de determinada manera le ayudará a reducir la culpa y la frustración, fortaleciendo su autoestima y mejorando su relación consigo mismo.
2. Reduce la confusión y la ansiedad
Para muchos niños, la sensación de ser "diferentes" sin entender por qué puede generar ansiedad e inseguridad. Conocer la razón detrás de sus experiencias les da tranquilidad y les ayuda a navegar su día a día con mayor confianza.
3. Facilita el acceso a herramientas y recursos
Cuando un niño comprende su diagnóstico, está más abierto a aprender estrategias para afrontar sus desafíos. Algunas herramientas útiles incluyen el uso de agendas visuales para organizar su rutina, técnicas de respiración para gestionar la ansiedad, y la práctica de habilidades sociales mediante juegos de roles. Estas estrategias pueden mejorar su autonomía y confianza en sí mismo. Esto fomenta su independencia y resiliencia, ya que sabe que existen herramientas que pueden ayudarlo a manejar mejor distintas situaciones.
4. Fortalece los lazos familiares
Hablar del diagnóstico en familia crea un espacio seguro para compartir sentimientos, preocupaciones e inseguridades. Esto refuerza la comunicación y el apoyo emocional entre padres e hijos, fortaleciendo la conexión familiar.
5. Ayuda a expresar mejor sus necesidades
Un niño que entiende su diagnóstico puede comunicar mejor lo que necesita en casa, en la escuela y con sus amigos. Esto facilita la adaptación en diferentes entornos y mejora sus relaciones sociales, ya que aprende a expresar lo que le ayuda o le dificulta en su día a día.
6. Contribuye a combatir estigmas
Hablar abiertamente del diagnóstico normaliza la conversación sobre la neurodiversidad, la salud mental o cualquier otra condición. Esto no solo ayuda al niño a sentirse aceptado, sino que también promueve una sociedad más inclusiva y empática, eliminando prejuicios y malentendidos.
7. Mejora la receptividad en terapias
Cuando un niño sabe por qué recibe apoyo, participa con mayor disposición en sus terapias y tratamientos. Esto optimiza los beneficios de las intervenciones, ya que se involucra de manera activa en su propio proceso de desarrollo.
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